Hematoma de partes blandas

 ¿Qué es eso?

Un hematoma de partes blandas es una acumulación localizada de exceso de sangre con formación de una cavidad pseudoquística llena de sangre líquida o coagulada. Los hematomas no tienen paredes internas ni externas, ya que se produce una impregnación difusa de los tejidos blandos con el exceso de sangre.

Sobre la enfermedad

Las hemorragias locales pueden ser pequeñas o extensas. En algunos casos, se localizan superficialmente - en la capa subcutánea o submucosa. En otros casos, se localizan en el espesor de la capa muscular o en las cavidades internas del cuerpo. Cuanto mayor sea el número de vasos dañados, más grave y extenso será el hematoma.

La sintomatología de la hemorragia local aparece casi inmediatamente después del impacto traumático. Por lo general, los primeros signos son hinchazón limitada, dolor intenso a la presión y ningún síntoma de fluctuación. Los hematomas se forman con mayor frecuencia en zonas propensas a traumatismos: espinilla, región occipital de la cabeza (caída hacia atrás), cara (impacto directo). Los hematomas espontáneos de partes blandas pueden tener distinta localización y suelen ser una complicación de un tratamiento anticoagulante más intensivo.

El diagnóstico en la mayoría de los casos no es complicado y se basa en la evaluación visual de la zona lesionada. Si el hematoma es profundo, se realiza un diagnóstico por imagen: ecografía, radiología o resonancia magnética.

En la mayoría de los casos, el tratamiento es conservador. La intervención quirúrgica puede ser necesaria sólo en caso de hematomas grandes con hemorragia continua.

Tipos de hematoma de partes blandas

Se distinguen los siguientes tipos de hematomas de partes blandas:
  • Hematomas traumáticos;
  • hematomas espontáneos.
Los hematomas espontáneos son acumulaciones de sangre en los tejidos blandos debidas a la alteración de la integridad de un vaso, sin relación con un traumatismo o una intervención médica.

Los hematomas pueden tener distintos grados de gravedad. Se distinguen tres principales:

Leve, que se caracteriza por un dolor moderadamente intenso en la zona de la lesión que se produce en las primeras 24 horas. Estas hemorragias suelen resolverse por sí solas en 5-10 días.

Media. Los síntomas típicos aparecen a las pocas horas (hasta 5 horas). Son características la formación de hinchazón y la aparición de un dolor bastante intenso. Se requiere atención médica especializada, ya que aumenta la incidencia de complicaciones.

Grave, que suele asociarse a un impacto mecánico importante en los tejidos. Los signos objetivos y subjetivos aparecen en las 2 primeras horas tras la lesión. La hinchazón no suele tener límites claramente definidos y la palpación produce un dolor intenso. En esta situación, es necesario consultar a un traumatólogo lo antes posible. Es importante administrar tratamiento sintomático y determinar a tiempo las posibles indicaciones de cirugía.

Síntomas

¿Qué aspecto tiene un hematoma? Poco después de la salida de sangre al espacio intersticial, aparece una hinchazón que aumenta gradualmente de tamaño. Debido al dolor pronunciado, las restricciones en las articulaciones adyacentes se limitan de forma refleja. En la zona de la salida de la sangre, la persona siente tensión interna y la presencia de un engrosamiento. Inmediatamente después de la aparición del hematoma puede tener un color rojo brillante o incluso púrpura con un tinte lila. A menudo el color es heterogéneo, más oscuro alrededor de la periferia.

Si en la fase inicial la piel tiene un color rojo en la zona de la rotura de vasos, luego adquiere gradualmente un tono púrpura (hasta lila). Al cabo de 2-3 días, se manifiesta el fenómeno de "florecimiento" del hematoma, y el color cambia a púrpura con azulado. Unos 5 días después de la formación del hematoma, debido a la destrucción de la hemoglobina, el hematoma se vuelve de color verde amarillento. En esta fase, el hematoma también puede descender hacia abajo bajo la influencia de la gravedad (si no hay estructuras anatómicas que lo restrinjan en esta dirección).

Razones

La causa más frecuente de hemorragia local es la lesión de un vaso sanguíneo. Esto puede ocurrir como resultado de una lesión por aplastamiento, fractura ósea, impacto directo o indirecto. En el lugar de aplicación de una fuerza mecánica que supera la reserva de resistencia de los tejidos, se produce una ruptura de los vasos sanguíneos. La sangre fluye hacia el espacio intersticial (tejido subcutáneo, zona intermuscular), pero no daña la piel.

Los factores que predisponen al desarrollo de hematomas espontáneos pueden ser las coagulopatías (alteración de la coagulación de la sangre), la hipertensión arterial, la tos, la vasculitis (lesión inflamatoria de la pared vascular), el esfuerzo físico excesivo. A veces se desarrolla un hematoma espontáneo en ausencia de causas evidentes. También hay informes de coagulopatía asociada a COVID-19 como causa de hemorragia espontánea de tejidos blandos.

Un potente factor causante de hematoma no traumático es el anticoagulante, la terapia trombolítica se utiliza ampliamente para la prevención y el tratamiento de pacientes con trombosis vascular aguda (vasos coronarios, arteria pulmonar, arterias periféricas, etc.). La morbilidad asociada a la coagulopatía y al hematoma de partes blandas aumenta cada año, por lo que conviene prestar especial atención a la salud.

Diagnóstico

El diagnóstico por visualización de los hematomas de tejidos blandos puede realizarse mediante los siguientes métodos de examen:

Ecografía - la ecografía es un método diagnóstico no invasivo y seguro que permite evaluar la prevalencia de la hemorragia en los tejidos blandos y la afectación de los tejidos próximos;

TC - la tomografía computarizada se realiza en casos clínicos complejos, a menudo complementada con la administración de contraste;

IRM: la resonancia magnética tiene como objetivo una evaluación detallada del estado de los tejidos blandos, con un paso de exploración de sólo 1-2 mm.

Tratamiento

La táctica terapéutica en las hemorragias de partes blandas viene determinada por la localización, la extensión, el tamaño y la estabilidad del hematoma.

Tratamiento conservador

Los pequeños hematomas se tratan de forma conservadora.

El tratamiento de urgencia consiste en la aplicación inmediata de frío en la zona de la hemorragia local. La duración de la exposición es de 20 minutos, el procedimiento debe repetirse a intervalos de una vez cada 2 horas. El frío provoca vasoespasmo, por lo que ayuda a reducir el tamaño del hematoma y la gravedad del síndrome edematoso. El siguiente paso en los primeros auxilios es un vendaje apretado, que ejerce presión sobre los vasos dañados y evita así la reaparición de la sangre.

La fase aguda se sustituye por la fase de hematoma drenado (organizado). En esta fase, se requieren diferentes acciones terapéuticas. Se aplican compresas calientes en la zona afectada (el frío se sustituye por calor), lo que ayuda a reabsorber la sangre. En esta fase, también se pueden utilizar pomadas especiales. En el caso de un curso sin complicaciones, el hematoma desaparece al cabo de unos días. Cabe señalar que las grandes hemorragias se reabsorben con bastante lentitud (hasta varias semanas), a veces son posibles complicaciones, por lo que se recomienda que la dinámica del proceso sea evaluada por un médico.

Tratamiento quirúrgico

Los grandes hematomas son raros. Pueden provocar inestabilidad hemodinámica y poner en peligro la vida. Estas afecciones requieren atención médica urgente. Puede ser necesaria una angiografía y una embolización endovascular dirigida.

El tratamiento quirúrgico también está indicado si hay un gran hematoma torácico y compresión de órganos adyacentes.

Prevención

Teniendo en cuenta los posibles factores de riesgo, la prevención de los hematomas consiste en las siguientes medidas:
  • protección frente a lesiones mediante equipos de seguridad especiales
  • selección racional de las dosis de anticoagulantes;
  • detección y tratamiento oportunos de la vasculitis.

Rehabilitación

Tras la intervención quirúrgica del hematoma, se realizan tratamientos antisépticos regulares de las heridas y cambios asépticos de los apósitos.


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